Os escribimos ésto cuando aún conservamos en nuestras retinas imágenes que creo pasará mucho tiempo, o quizá nunca olvidemos, y que seguro, sacaremos a relucir cada vez que por cualquier circunstancia de la vida nos volvamos a encontrar. 
La mañana empezó prontito, a algunos demasiado pronto, según me confesaron (que se habían despertado de madrugada debido a la expectación que les había creado el día), poco a poco se empezaban a ver caras conocidas, esos primeros instantes, no se a vosotros, pero lo recuerdo con especial cariño cuando veíamos desde lejos a gente que iba entrando en el pabellón y nuestras mentes empezaban a funcionar como si de nuevo tuviéramos 18 años para intentar reconocer la silueta que poco a poco se iba tornando en una cara conocidísima pero que hacían muchos años que no veíamos. Como me comentaba mi buen amigo Jon ese mismo día, los amigos son aquellos que a pesar de no verte con ellos durante mucho tiempo, a los cinco minutos de estar juntos de nuevo sale la conversación más fluida del mundo y volvemos a retomar esa amistad como si el tiempo no hubiera pasado.
Los partidos empezaron como no, tarde, debido a que no parábamos de conversar unos con otros y no había nadie, por mucho que nos dijeran que teníamos que empezar, que nos “cortara el rollo”, hasta que por fin le proporcionaron un silbato al primer arbitro “voluntario” de baloncesto que marcó de esa forma el comienzo de nuestras actividades a las 11:20 de la mañana.
¡Que gustazo los partidos!, el resultado es lo de menos, aunque para los que tengan especialmente desarrollado el espíritu competitivo los pondré más abajo, repito que gustazo y que lujazo como preveíamos el poder volver a jugar con los antiguos compañeros, que rato tan bueno echamos que risas, que carreras, que asfixias y que agujetas el día después.
Solo lamentar un pequeño accidente que llevó a nuestro amigo y compañero Antonio Cabello a la sala de urgencias del hospital con una fractura de clavícula, debido a un lance del partido de fútbol, pero que no queriendo perderse tan esperado encuentro tomó fuerzas y pudo asistir al resto de actos de por la tarde y de por la noche con su brazo en cabestrillo. Desde aquí quiero desearle una pronta recuperación, así como un fuerte abrazo.
Los resultados oficiales de los partidos fueron:
La mañana empezó prontito, a algunos demasiado pronto, según me confesaron (que se habían despertado de madrugada debido a la expectación que les había creado el día), poco a poco se empezaban a ver caras conocidas, esos primeros instantes, no se a vosotros, pero lo recuerdo con especial cariño cuando veíamos desde lejos a gente que iba entrando en el pabellón y nuestras mentes empezaban a funcionar como si de nuevo tuviéramos 18 años para intentar reconocer la silueta que poco a poco se iba tornando en una cara conocidísima pero que hacían muchos años que no veíamos. Como me comentaba mi buen amigo Jon ese mismo día, los amigos son aquellos que a pesar de no verte con ellos durante mucho tiempo, a los cinco minutos de estar juntos de nuevo sale la conversación más fluida del mundo y volvemos a retomar esa amistad como si el tiempo no hubiera pasado.
Los partidos empezaron como no, tarde, debido a que no parábamos de conversar unos con otros y no había nadie, por mucho que nos dijeran que teníamos que empezar, que nos “cortara el rollo”, hasta que por fin le proporcionaron un silbato al primer arbitro “voluntario” de baloncesto que marcó de esa forma el comienzo de nuestras actividades a las 11:20 de la mañana.
¡Que gustazo los partidos!, el resultado es lo de menos, aunque para los que tengan especialmente desarrollado el espíritu competitivo los pondré más abajo, repito que gustazo y que lujazo como preveíamos el poder volver a jugar con los antiguos compañeros, que rato tan bueno echamos que risas, que carreras, que asfixias y que agujetas el día después.
Solo lamentar un pequeño accidente que llevó a nuestro amigo y compañero Antonio Cabello a la sala de urgencias del hospital con una fractura de clavícula, debido a un lance del partido de fútbol, pero que no queriendo perderse tan esperado encuentro tomó fuerzas y pudo asistir al resto de actos de por la tarde y de por la noche con su brazo en cabestrillo. Desde aquí quiero desearle una pronta recuperación, así como un fuerte abrazo.
Los resultados oficiales de los partidos fueron:
BALONCESTO, ciencias 25 - letras 12
BALONMANO, ciencias 14 - letras 12
FUTBOL SALA, ciencias 3 - letras 3
Más tarde y fieles a nuestra promesa nos fuimos a tomar unas cervecitas que nos supieron a gloria después de tamaño esfuerzo, que se prolongó hasta pasadas las tres de la tarde, en la que algunos, intentando alargar el día lo máximo posible nos fuimos a comer juntos y casi empalmamos con el acto de por la tarde... (que vendrá en otra publicación)
Si alguno de vosotros quereis describir el día desde vuestro punto de vista no teneis más que enviar vuestra crónica a nuestra dirección de correo electrónico.
